lunes, 4 de mayo de 2015

Acuerdos pre-cónclave... especial para Antonio Socci

En la página siguiente, aparece una entrevista (breve) al autor de "El Vaticano según Francisco".
En ella aparece:



(...) Bergoglio es un outsider total.
–¿Entonces por qué lo eligieron?
–Todos estaban cansados de la manera de operar de Roma, de la curia, de los italianos, el escándalo IOR, la pedofilia, Vatileaks, y decidieron elegir a un personaje totalmente nuevo. Me contó un cura canadiense que encontró al cardenal Bergoglio el domingo antes de la apertura del cónclave en la Plaza Navona y empezaron a andar y este cura, que es la persona que se ocupaba de toda la prensa anglosajona durante el cónclave, le preguntó a Bergoglio: “Cardenal, lo veo un poquito nervioso, ¿por qué?” Y él respondió: “Porque no sé lo que me están preparando los hermanos en el cónclave”. Esto significa que había una estrategia preparada.
–¿Bergoglio termina siendo un comodín, entonces?
–No. Él sabía que algo le estaban preparando pero no es un comodín. Los cardenales estadounidenses estaban convencidos de elegirlo. Algunos no lo conocían bien y fue una operación muy sutil y muy bien preparada. (...)


Interesante.
¿Es que los acuerdos pre-cónclave no son ilícitos?

Ecumenismo francisquista

Navegando recién, me encontré con esta noticia:
"El Santo Padre recordó, en la mañana de este lunes 4 de mayo, -al recibir en audiencia a la arzobispa luterana de Upsala (Suecia), Antje Jackelén, que encabeza la delegación de la Iglesia Evangélica-Luterana en ese país de visita en el Vaticano-, que el decreto “Unitatis Redintegratio” del Concilio Vaticano II sigue siendo el punto de referencia clave para el empeño ecuménico de la Iglesia Católica y que dicho decreto, añadió el Pontífice, “expresa un profundo respeto y aprecio por aquellos hermanos y hermanas separados a quienes, en la coexistencia cotidiana, se corre a veces el peligro de prestar poca consideración. En realidad no deben ser percibidos como adversarios o competidores, sino reconocidos por lo que son: hermanos y hermanas en la fe”

Entiendo que tenemos un Papa ecuménico. Demasiado, para mi gusto. Es mi opinión.
Entiendo que el Vaticano II propició de forma nueva el ecumenismo. Aún a costa que la Iglesia pierda parte de su esencia. Por deseo de (algunos) padres conciliares y (quizás) tolerado por el Espíritu Santo, que a veces permite ser probados en la fe. En el ecumenismo la Iglesia siempre sale perdiendo. Como si tuviera culpa de ser la Única Iglesia verdadera, mal que le pese a muchos. La Dominus Iesus está ahí, documento que no aporta nada nuevo (a propósito) sino que retoma la enseñanza de la Iglesia, clarificando aspectos que se habían confundido (a propósito) por iniciativa de muchos "católicos ecuménicos". Y tuvo que ser el Cardenal Ratzinger quien aportó claridad al tema.

Pero no soporto la confusión.
Misa del 5to Domingo de Pascua:
1ra Lectura: Saulo llega a Jerusalen, los discípulos y Apóstoles sienten desconfianza "porque no creían que el fuera un verdadero discípulo". Pero cuenta su encuentro con Cristo y su testimonio, e ingresa a la Iglesia. La de Jerusalén. La Apostólica. De la que Francisco es sucesor de Pedro.
Evangelio: "Permanezcan en mi, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mi... porque separados de mi, nada pueden hacer".

A Saulo no le dijeron: "Bueno, todo bien. Viví y dejá vivir. Armate una iglesia aparte que somos hermanos. Predicá lo que quieras. Todo bien!". Ni Jesús dijo "Si, cada uno forme su Iglesia. Yo me divido, no se preocupen. Voy a estar con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, pero no en mi Iglesia, voy a estar en todas. Y si aparece en 1500 años un fulano llamado Lutero, bueno, son sus hermanos. Olvidense que mi única Iglesia es la que nace en Jerusalen desde mi cruz. No vale la pena enfrascarse en discusiones teológicas de escritorio. Todos hermanos. Todo bien. Vivan y dejen vivir!"

Mucha confusión. Poca claridad. Y el Vaticano II aportó mucho a ésto. Y el Papa también.