jueves, 23 de abril de 2015

El Papa no tiene cura

En la Navidad pasada, el Papa Francisco se despachó con las cinco enfermedades o tentaciones de la Curia de Roma, de sus colaboradores. Ya lo he tratado en entradas anteriores. Lamento informar que su contagio sigue en curso. 

Los hechos:
1. El fomento de la papolatría: no sólo se despachó con las enfermedades de la Curia, sino que también en la Misa Crismal arremetió contra los obispos y sacerdotes. A sus más obsecuentes defensores no les alcanzaron los dedos en los teclados para deconstruir semejante homilía misericordiosa. Y por otro lado, por medio de mails a distintas congregaciones en Argentina, que "recen por él" porque lo quieren matar. Grageas de un martirio buscado.
2. El personalismo: en su entrevista televisiva mexicana (aquella donde hace el chiste sobre cómo se suicida un argentino), Francisco repite a cada rato que ésto "no le gusta", que aquello "no le gusta", que lo otro "no le gusta". Parece que no solo recibir, sino saludar con atención y cariño al esposo e hija de Asia Bibi tampoco "le gustó". Los recibió de pasada, siguió de largo, con una bendición sin ganas.
3. Su verborragia confusa y complaciente: preguntarse si "con esto caminaba la vieja?" en referencia al bastón que usaba Santa Teresa de Jesús, puso en evidencia que la sintomatología sigue profundizándose.
4. El empeño en rebajar la Iglesia: aunque lo ha llegado a nombrar, habiendo omitido las más de las veces el tema, la cantidad de mártires que están cayendo en oriente medio seguramente no entrarán en los "me gusta" de Bergoglio. Mártires que dan testimonio de que la vida no es nada comparada con Cristo. Pero el Papa lo ignora. Los inmigrantes en Lampedussa valen más.
5. La necesidad de vanagloriarse y ganarse la simpatía de los que se oponen a Cristo: el Jubileo de la misericordía será quizá su Concilio Vaticano III breve, luego del Sínodo, que Bergoglio se tiene prometido. Misericordía por encima de la fe, pastoral enterrando a la doctrina de la Iglesia.
6. La repetición de incoherencias: cuando viajó a Turquía, se cuidó mucho de nombrar el genocidio armenio. Nada de nada. Para no molestar. Hace una semana lo pronuncia en público... años después de la misma afirmación realizada por Juan Pablo II y Benedicto XVI. Pero para algunos, Francisco lo dijo más fuerte!!!
7. La constante costumbre de escandalizar: en Semana Santa ha vuelto a lavar los pies de una "docena + uno", cuidadosamente registrado en los medios de comunicación afines pero con un problemita de lectura de rúbricas liturgicas evidente (Vade retro, rúbricas!!!, exclamó el Papa).
8. Del "¿Quién soy yo para juzgar?": el caso del embajador de Francia ante el Vaticano produjo una nueva regresión inesperada: el Papa abierto a todos sigue con la cerrazón de tantos siglos de oscurantismo vaticano.
9. Amistades peligrosas: como aparece en el post anterior, siguen entrando al Vaticano Maradona, Kirchner, mails a Cacho Castaña, etc., todo "fulbito pa´ la tribuna". Argento 100%.
10.La lenta reforma de la Curia Vaticana: sin novedades. Siguen las reuniones y los viajes. Pocos cambios. Mucho marketing. Obviamente, a costa de los retrógrados cardenales que le hacen la contra.
11. Un Papa que mezcla la politica con la fe: hace un par de semanas, se publicó que el Papa Francisco se había sentido "usado" por los políticos argentinos. Luego de estas declaraciones, el Papa acepta una nueva visita de la Presidenta Kirchner, ya metida en plena campaña electoral.
12. La búsqueda inquietante de novedades morales y doctrinales: El Papa sigue ahí, en Santa Marta, dentro del Vaticano. Todavía no ha renunciado a nada, ni a ningún título. Que luego del Sínodo le otorguen a las Conferencias Episcopales libertad de doctrina, es una hipótesis que toma cuerpo si el Papa quiere lavarse las manos de cualquier cambio en dirección herética.
13. Algunas de sus obsesiones...: la dualidad misericordia- fariseísmo, novedades- cerrazones sigue sin solución de continuidad. Agravada al acercarse el Sínodo.
14. La calculada trampa del Sínodo de la familia: a pesar que el Cardenal Muller ha salido a explicar que su Congregación tiene como tarea "estructurar teológicamente" el Papado, y ya algunas espadas han salido a defender a Francisco, no se registran muchas novedades: la misericordina tiene efectos colaterales importantes.
15. El rumbo que Francisco planea para la Iglesia: tampoco ha habido cambios ni mejoras: no será para confrontar o chocar con el mundo, sino una implosión silenciosa y duradera.

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