miércoles, 7 de enero de 2015

Una curiosidad: la Evangelii Gaudium 7 años antes. Más confusión

En la entrada anterior publiqué un fragmento de una entrevista al entonces Cardenal Bergoglio en el año 2007, en la revista 30 Días en la Iglesia y en el mundo, donde, al preguntarle sobre su trabajo en la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Aparecida (Brasil), sostenía:


"Un trabajo duro… 
BERGOGLIO: “Armonía”, dije, este es el término justo. En la Iglesia, la armonía la hace el Espíritu Santo. Uno de los primeros padres de la Iglesia escribió que el Espíritu Sano «ipse harmonia est», él mismo es armonía. Sólo él es el autor al mismo tiempo de la pluralidad y de la unidad. Solamente el Espíritu puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y al mismo tiempo construir la unidad. Porque cuando somos nosotros los que queremos hacer la diversidad hacemos los cismas y cuando somos nosotros los que queremos construir la unidad hacemos la uniformidad, la homologación. En Aparecida colaboramos en este trabajo del Espíritu Santo. Y si se lee el documento con atención, se ve que tiene un pensamiento circular, armónico. Se percibe esa armonía no pasiva, sino creativa, que impulsa a la creatividad porque es del Espíritu."


Y ahora viene la perla: buscando en el Catecismo y en la Exhortación del Papa algunas cuestiones sobre la unidad y la diversidad que dona el Espíritu Santo, encontré en el párrafo 131 de la EG de Francisco:
"Las diferencias entre las personas y comunidades a veces son incómodas, pero el Espíritu Santo, que suscita esa diversidad, puede sacar de todo algo bueno y convertirlo en un dinamismo evangelizador que actúa por atracción. La diversidad tiene que ser siempre reconciliada con la ayuda del Espíritu Santo; sólo Él puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad. En cambio, cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos, provocamos la división y, por otra parte, cuando somos nosotros quienes queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer la uniformidad, la homologación. Esto no ayuda a la misión de la Iglesia."

Sin querer, encontré un auto-plagio. Todo bien porque es del mismo autor.
Pero seguían mis dudas sobre diversidad y unidad. 
Y encontré en el Catecismo:

"814 Desde el principio, esta Iglesia una se presenta, no obstante, con una gran diversidad que procede a la vez de la variedad de los dones de Dios y de la multiplicidad de las personas que los reciben. En la unidad del Pueblo de Dios se reúnen los diferentes pueblos y culturas. Entre los miembros de la Iglesia existe una diversidad de dones, cargos, condiciones y modos de vida; "dentro de la comunión eclesial, existen legítimamente las Iglesias particulares con sus propias tradiciones" (LG 13). La gran riqueza de esta diversidad no se opone a la unidad de la Iglesia. No obstante, el pecado y el peso de sus consecuencias amenazan sin cesar el don de la unidad. También el apóstol debe exhortar a "guardar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz" (Ef 4, 3).
815 ¿Cuáles son estos vínculos de la unidad? "Por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección" (Col 3, 14). Pero la unidad de la Iglesia peregrina está asegurada por vínculos visibles de comunión:
— la profesión de una misma fe recibida de los Apóstoles;
— la celebración común del culto divino, sobre todo de los sacramentos;
— la sucesión apostólica por el sacramento del orden, que conserva la concordia fraterna de la familia de Dios (cf UR 2; LG 14; CIC, can. 205)."

O sea, el Espíritu genera en la única Iglesia diversidad de dones y carismas, y esta riqueza no se opone la unidad de la Iglesia. Es más, la Lumen Gentium (citada en el 811 del Catecismo) sostiene que "Esta es la única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el Credo que es una, santa, católica y apostólica". Quiere decir además que UNA significa UNICA, por profesar una misma fe, mismos sacramentos y la sucesión apostólica. 

¿Porqué entonces el Papa Francisco, en su ya comentada visita a Caserta a ver a sus amigos pentecostales, sostiene:

"¿Qué hace el Espíritu Santo? He dicho que hace otra cosa, que se puede pensar tal vez que sea la división, pero no lo es. El Espíritu Santo construye la «diversidad» en la Iglesia. La primera Carta a los Corintios, en el capítulo 12. Él construye la diversidad. Y verdaderamente esta diversidad es muy rica, muy hermosa. Pero luego el Espíritu Santo mismo construye la unidad, y así la Iglesia es una en la diversidad. Y, para usar una hermosa palabra de un evangélico que yo quiero mucho, una «diversidad reconciliada» por el Espíritu Santo. Él hace ambas cosas: produce la diversidad de los carismas y luego construye la armonía de los carismas."

El Papa Francisco, a pesar que el Catecismo era muy claro sobre la unidad y diversidad EN la Iglesia, en la entrevista del 2007, donde habla de diversidad y unidad dentro del contexto de Aparecida, y en su exhortación habla de diversidad y unidad DENTRO de la Iglesia.. ¿porqué generaliza la unidad y diversidad al hablar de la Iglesia y de las comunidades cristianas separadas, sin son cosas distintas? ¿Entonces el Espíritu genera la diversidad de las comunidades protestantes (que nacen separadas de la UNICA Iglesia Católica) para luego hacerlas formar parte de su unidad? ¿O el Espíritu Santo genera diversidad (con las divisiones consecuentes) para después unificar? ¿No es forzar o licuar la fe católica en la unidad de la única Iglesia, don de la unidad que genera el propio Espíritu Santo?
Que no me respondan los ecuménicos, sino las personas con un poco de sentido común. Gracias.


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