miércoles, 24 de diciembre de 2014

Feliz Navidad, cuando Dios se hace pequeño

Hace tiempo me vengo acordando de Charles Péguy, a quien comencé a leer hace 23 años.
Y me debía una entrada del blog por la Navidad.
Y en el medio, el discurso del Papa a la Curia Romana. Lamentable. Que al que le quepa el sayo, que se lo ponga. Pero también el Papa le habla a la Iglesia. Más lamentable. Porque si señala enfermedades y el lleva (casi) dos años de doctor jefe de este hospital con el que compara la Iglesia, poco o nada ha hecho para curar esos males. Y tampoco es inmune a las enfermedades que diagnostica. Y si dice en una de ellas que está mal "divinizar al jefe", que empiece a controlar a gente suya de Radio Vaticana, jesuitas formados por él, que le adjudican un salmo real y mesiánico a su majestad el papa Francisco por su cumpleaños.
Hace 100 años Péguy escribía en su "Veronique":

“He aquí la verdad. He aquí la novedad. He aquí lo que es necesario ver. Todo es no cristiano.
Perfectamente descristianizado. He aquí lo que los eclesiásticos no verán; lo que rechazarán
ver; lo que negarán obstinadamente. He aquí lo que muchos católicos con ellos no
reconocerán, lo que todos los católicos con ellos, después de ellos negarán y no reconocerán.
Obstinadamente. (...) No es un secreto para nadie, y en las escuelas no se puede esconder, tal
vez sólo en los seminarios, que la descristianización vino por culpa de los clérigos. Ella no
viene de los laicos, viene de los clérigos”.
“Los católicos no han sostenido nunca a sus hombres. Se debe desconfiar de los curas. No
tienen fe, o muy poca (...). Todo el marchitamiento del tronco, la aridez de la ciudad
espiritual, fundada temporalmente, prometida eternamente, no procede de los laicos sino de
los clérigos. Deriva de una desafección, de una desgracia, de una esterilidad (de gracia), de
una insuficiencia, de una incuria, de una impericia, de una deficiencia de los clérigos... Y al
mismo tiempo, con una singular contradicción que prueba cuán culpables se sienten en el
fondo, a la vez que declaran oficial y formalmente, superficial y pomposamente que todo va
bien, muy bien, no dejan de quejarse y de despotricar. Quejarse y despotricar es su fuerte. Se
lamentan, se quejan, maldicen, calumnian, se encogen, gruñen, refunfuñan, son
insoportables, desagradables, desgraciados, sin gracia, están de mal humor, y, lo que es peor,
tienen el humor estropeado, tienen rencor. Viendo lo que han hecho del mundo que se les
confió, y el estado en que tendrán que devolverlo, sintiéndose, sabiéndose responsables ante
Dios, para con Dios, del mundo, de ese mundo que ellos han perdido [a Dios, que le había
entregado este mundo], y hasta cuánto tiempo, seguramente hasta el final del mismo, como médicos calumniadores se quejan del enfermo; abogados injuriosos, se quejan del cliente;
injuriosos pastores, culpan al rebaño”.

Un mundo no cristiano. Que no en vano Benedicto XVI convocó al Año de la Fe (que se empalideció con la llegada de Francisco que obnubiló y fascinó a tantos por sus gestos, haciéndoles creer sobre una revolución y una primavera eclesial que no da frutos) y que hizo perder a su verdadero centro: Dios, Dios encarnado y vivo en la Iglesia, Jesucristo, presente en el mundo para llevar a los hombres a Dios. Pero no. Todo está puesto en un Papa que (a esta altura no se puede negar que concientemente, si tanto lo alaban por ser un gran comunicador y saber manejar los medios y opiniones a su antojo) se ha puesto en el centro de la vida católica, encegueciendo a tantos y levantando su dedo acusador contra los que no piensan como él. Y olvidando que la misericordia de Dios también se aplica a los católicos. Y dejando las 99 ovejas sin pastor, para buscar a la que se fue, o nunca estuvo, y no quiere entrar, porque no le interesa esta institución de la que su jefe se queja y condena constantemente. Con la excusa de una reforma de la Curia, como si fuera la única urgencia, atascada por un grupo de inoperantes cardenales. ¿O el G-9 tienen su vacuna contra estas 15 enfermedades?

“Había también analogías impresionantes entre los tiempos de los romanos y nuestros
tiempos. Se trataba del mismo desorden y del mismo tipo de no inteligencia, pero vino Jesús.
Tenía que hacer sus tres años. Hizo sus tres años. Pero no perdió sus tres años, no los utilizó
para quejarse de los males de los tiempos. Y, sin embargo, existían los males de los tiempos,
de su tiempo. Llegaba el mundo moderno, estaba listo. Y él abrevió. De una manera muy
sencilla. Haciendo el cristianismo. Poniendo en el medio el mundo cristiano. No imputó, no
acusó a nadie. Salvó. No imputó al mundo. Salvó al mundo. Estos otros [el partido devoto]
vituperan, imputan. Acusan las arenas del siglo, pero también en tiempo de Jesús existía el
siglo y las arenas del siglo. Pero en la arena árida, en la arena del siglo corría una fuente, una
fuente inagotable de gracia”.

No hace falta nada más. Nada más que Jesucristo, Dios hecho hombre, Dios que se hizo pequeño, nacido en Belén. 
¡Feliz Navidad!

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Papolatría... locura mesiánica... y algo más

(Actualización de la entrada anterior: aunque Karcher dijo que Francisco "no quiere saber nada de tortas", Radio Vaticana lo mandó al frente:
)

Está bien. Es el cumpleaños del Papa. Y Radio Vaticana es el medio oficioso del Papa. ¿Pero es necesario llegar a tanto? ¿No será mucho aplicar un salmo mesiánico, donde el Rey es figura del Mesías, de Jesucristo, al actual Papa? ¿Es bueno ésto para el Papa? 
Así nos invita Guillermo Ortiz, sj. y dejo el enlace:


Querido padre, siguiendo tu pedido de oraciones te regalamos de corazón la oración del Salmo 72, del día de hoy,que reza por el Rey. Donde dice Rey, ponemos Papa Francisco
Salmo 72 "Oh Dios, concede tu justicia a Papa Francisco... para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. Que las montañas traigan al pueblo la paz, y las colinas, la justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos de los pobres..Que dure tanto como el sol y la luna, a lo largo de las generaciones; que sea como lluvia que cae sobre el césped y como chaparrones que riegan la tierra. Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna... Porque él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. Los rescatará de la opresión y la violencia, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Por eso, que viva largamente... que oren por él sin cesar y lo bendigan todo el día. Que perdure su nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas. Sea bendito eternamente su Nombre glorioso y que su gloria llene toda la tierra. ¡Amén! ¡Amén!"
Hace un año, desde sus "Reflexiones en Frontera", en la conocida (y resentida página para con la Iglesia, la fe, pero no para este período tan primaveral) Religión Digital, Ortiz titulaba: "Francisco es igual a San Francisco", luego del viaje del Papa a Asís.
Vamos bien: si el primer año el Papa lo significan a la altura de San Francisco de Asís, si al año siguiente ya lo colocan a la altura de Cristo, creo que el año que viene (con todo el respeto y la vergüenza ajena que me es posible por estos impresentables) no les queda más que identificarlo con Dios. ¿Es lo que nos espera? 

Elisabetta Piqué: "¿Acaso soy pobre?


Elisabetta Piqué, corresponsal en el Vaticano del diario "La Nación", reaccionó enojadísima con las declaraciones del secretario del Papa Francisco. Con motivo de los regalos que recibió en el día de su cumpleaños, el secretario declaró:

La periodista, que hace dos semanas entrevistó a Francisco y que reconoció que el Papa le envió regalos para sus hijos sacándolos de los que le ofrecen a él, reaccionó indignada:
"¿Así que mis hijos ahora son pobres? ¿Por quién me tomó este hombre, aunque sea el Papa? ¡Claro, me da dos regalos de morondanga para mis hijos, y ahora dice que son para los pobres? ¿Pero quién se cree que es?"
El Padre Lombardi, sj, portavoz del Vaticano, declaró que lo que diga el secretario del Papa no es magisterio, que magisterio es lo que dice el Papa cuando habla de la boca para afuera. Que las llamadas telefónicas no son magisterio, por ahora. Y que los regalos para niños que recibe el Sumo Pontífice, como ya está grande para jugar, él decide INFALIBLEMENTE a quién se los da. 

martes, 16 de diciembre de 2014

Papi: ¿porqué dijo eso el Papa Francisco?

El enlace de Aciprensa aquí.
Encontré algo que me escandaliza. A pesar de estar recauchutado.
Porque se los dijo a nenes.
Que sus traumas los hable con su confesor o su psicólogo. Por favor.


"El Pontífice habló con los niños que se preparan para la Primera Comunión y les contó cómo había sido la suya, el 8 de octubre de 1944. '”Me acuerdo como si fuera hoy -dijo-... Me preparó durante un año una monja muy buena... y dos catequistas...En aquellos tiempos antes de la Misa no se podía tomar ni siquiera agua, ni siquiera una gota de agua... Fue Pío XII el que nos salvó de esta dictadura... ¡Qué bien!”

lunes, 15 de diciembre de 2014

Indignante. Lamentable. Triste.


El artículo de Infovaticana aquí.

Este es el magisterio de Francisco: tomado de Radio Vaticana, citado textualmente. No hay reinterpretación de periodistas o comentaristas. Son sus palabras.
"Jamás condenar, jamás condenar": son sus palabras. ¿O Lombardi las va a traducir?
Y sinceramente no me escandaliza que diga que "Pío XII nos liberó de aquella cruz tan pesada que era el ayuno eucarístico". A esta altura, ya no me escandaliza nada. Ni que "el Cielo no es un lugar", ni que "todos vamos a encontrarnos en el Cielo", ni hasta que "todos los perros van al Cielo". Por ahí vio la película y le gustó. Y lo repitió.

Si me duele, porque hablar de "aquella gente", sean jefes de sacerdotes, sean fariseos, es hablar de miembros del pueblo judío. Y me pregunto si los rabinos de hoy son herederos de aquellos fariseos o de los "pobres de Yahvéh". Entonces que Francisco hable así de los judíos, y que después los abrace, llore con ellos en el Muro de los Lamentos, plante arbolitos, me parece un poco hipócrita.
Si me duele, que cuando visita Turquía no condena el genocidio armenio. Y tampoco condena, salvo muy esporádica y suavemente, la matanza de miles de cristianos a manos de los musulmanes. Y no se saca la foto con el Dalai Lama (que también tiene su pasado) para no ofender al gobierno chino, que hace décadas vienen persiguiendo a la Iglesia y ha hecho del aborto de niñas una política de Estado. Para complacer al mundo Francisco está llamado a ser.
Como dije en otra entrada, el Papa es católico, y en sentido amplio, es cristiano. Por lo que sus palabras de esta homilía se pueden aplicar también a él:

"Hay Papas que negocian todo: negocian la libertad interior, negocian la fe, negocian la patria, todo, menos las apariencias. A ellos les importa salir bien de las situaciones. Son oportunistas: se aprovechan de las situaciones. Éste es el drama de la hipocresía de estos Papas. Y estos Papas son así rígidos en la piel, pero como Jesús les dijo, ‘putrefactos en el corazón’, son débiles, débiles hasta la putrefacción. Tenebrosos en el corazón”.

¿Qué cáscara de banana necesita Francisco para resbalar y reconocer alguno de sus errores?

¿Porqué Francisco trata mejor a los periodistas que a los católicos?

Yo me pregunto: ¿qué pasaría si los titulares de los diarios publicaran lo siguiente?

El Papa Francisco sostiene que los periodistas difaman, calumnian y desinforman.
También advierte que son insensibles y alarmistas.

Puede ser que su romance con la prensa se languideciera, si ya no lo está haciendo. Puede ser que algunos periodistas se sientan juzgados cruelmente. Puede ser que los que consideran a Francisco "un gran comunicador" empiecen a preguntarse si es cierto.
Pero no. A los "cristianos" si se dirige con su dedo acusador, remarcando y hostigando por todos los que él cree que son sus defectos. A los periodistas sólo les advierte que se cuiden de los errores, no los califica despectivamente. No. Qué piensan acerca de él los medios, los parlamentarios de Estrasburgo, los movimientos sociales de toda laya, si le importa, y mucho. Por sus gestos lo demuestra diariamente. Las atrocidades de los musulmanes, la cerrazón de los judíos, el proselitismo negativo que ataca a la Iglesia por parte de sus amigos pentecostales, tampoco le importa denunciar. El problema es que a él no le importan los cristianos. Sólo le importa el mundo. El que denunciaba el mismo Jesucristo, al cual Francisco también se cuida mucho de nombrar seguido, para no molestar a nadie.
Y mi enojo sigue. Gracias.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Para leer el Magisterio del Papa

La entrevista al Papa Francisco completa
PUBLICAMOS EN EXCLUSIVA LA ENTREVISTA COMPLETA, SIN RECORTES, CON LAS PARTES ELIMINADAS DE LA EDICION IMPRESA [ENTRE CORCHETES Y EN NEGRITA ROJA]
ROMA.- La suite 201 es el cuartel general del Papa, su oficina principal, su búnker. La llave está colgada de la cerradura. Al lado de la puerta salta a la vista, sobre una silla recubierta de terciopelo verde claro-grisáceo, un cardigan de lana muy fina color blanco crema, seguramente recién llegado de la lavandería papal. Es idéntico al mismo que entreveo debajo de las mangas del hábito de Francisco.[Son prendas casi casi transparentes, tal es la pobreza material de nuestro Francisco, el poverello del Vaticano, que alquiló la Sixtina humildemente al grupo Porsche].
La suite es simple, de paredes blancas, algo despojadas; un cuadro de San Francisco, crucifijos, la estatuilla de Nuestra Señora de Luján y de otras vírgenes sobre unas mesas de madera son sus únicos adornos. [Lo primero que pensé: ¡Cuántas renuncias! A los oropeles, tapices, cuadros renacentistas, techos de oro del Palacio Apostólico… todo por una humilde celda, con un candil por lámpara, piso de tierra, paredes de adobe, como los de tantos millones de personas en el Tercer Mundo. Pero al ver la suite me quedé muda].
Está compuesta por un pequeño living, un escritorio, un cuarto con una imponente cama de madera oscura y el baño. Antes de la llegada de Jorge Bergoglio, la 201 era la suite que usaban los huéspedes ilustres del Vaticano.
De hecho, era el cuarto que solía utilizar el Patriarca Ortodoxo de Constantinopla, Bartolomé I, a quien Francisco, con su habitual sentido de humor, le dijo, después de ser elegido: "Disculpe, le robé la habitación" [como le robé el Rosario al pobre muerto en el cajón. ¡Picardías de joven!!! Jajaja].
Como sé que seguramente después de mi cita tiene otras, porque se volvió un verdadero "workaholic", le pregunto directamente de cuánto tiempo dispongo para la entrevista. Enseguida me tranquiliza: se guardó tiempo suficiente, no hay apuro.[“Acá mando yo, mirá que voy a andar misericordiando mi tiempo”, se sinceró, con gesto adusto].
Francisco tiene un poco de tos, resabio del viaje del fin de semana pasado a Turquía, donde padeció cambios bruscos de temperatura: afuera hacía frío, adentro calor por las fuertes calefacciones.[ y él, tan despojado, pienso que descalzo como San Francisco, seguro que pasó frío].
Conocí a Jorge Bergoglio en febrero de 2001, en Roma, cuando LA NACION me pidió que entrevistara al entonces arzobispo de Buenos Aires, que normalmente no daba entrevistas, pero que hacía una excepción porque estaba a punto de ser creado cardenal por Juan Pablo II.[En ese momento era un hombre taciturno, serio, con sueldo pagado por el Estado Argentino por ser Obispo… y pensé: ¡ojalá nunca cambie!]
Mucho pasó desde entonces. Muchos años, muchos encuentros. El que siempre fue el padre Jorge ahora es Francisco y yo, autora de “Francisco, vida y revolución”, [aprovecho para decir que está a la venta en las mejores librerías] una de las biógrafas de ese pontífice que está cambiando la historia de la Iglesia.[Hay algunos que dicen que para peor, pero a mí no me importa mucho, ya que mientras venda libros, y pueda vender bien esta entrevista, no me hago problema].
Ya sentados los dos en los silloncitos de terciopelo verde claro del living, [¡cuántos signos de austeridad!] Francisco cuenta anécdotas, ríe e incluso confirma on the record eso de que sigue siendo el mismo padre Jorge.
"Desde el primer momento me dije «Jorge, no cambies. Seguí siendo el mismo porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo»", dice, en una de las frases que más describen su modo tan original de ejercer el papado.[Yo le recordé que en Buenos Aires no dicen lo mismo: que siempre tuvo cara de pepinillo en vinagre, que nunca besó a un bebé y que se cobraba sus revanchas personales a su tiempo. Me miró de arriba abajo y se me heló la sangre. Sonreí con mi mejor sonrisa, tomé aire y miré el reloj].
El tiempo vuela. La entrevista dura unos 50 minutos; después hay tiempo para charlar y hasta para que pueda filmar con el celular un breve video con un saludo y una bendición para los primeros egresados del colegio de Alfarcito, un secundario creado por el padre Chifri en la provincia de Salta. [“¿Y porqué no viaja para Argentina y se los dice personalmente?” le pregunté sonriendo. Francisco no dijo nada. Solo gritó al guardia suizo: “Che, las visitas ya se van, traéles los abrigos!”]
A la hora de irnos, Francisco nos sorprende con una gran bolsa blanca. Adentro hay unos regalos que les manda a nuestros hijos, Juan Pablo y Carolina, "para que jueguen".
Los eligió para ellos de entre los miles de obsequios que recibe en las audiencias que tiene a diario y que, como hacía siendo arzobispo de Buenos Aires, recicla. [¡Qué magnánimo! Nos da los regalos que le regalan a él. Eso si: espero que los zapatitos que le mandó al nieto de Cristina Kirchner el año pasado también le hayan venido de arriba. ¡Qué ejemplo de justicia! ¡Y por suerte nuestros hijos no pasan  necesidades, ya que tienen juguetes comprados por nosotros, cuando hay tantos nenes tercermundistas sin juguetes!].
Salimos de la suite 201 y hay otro guardia suizo en el hall, que también se cuadra y saluda. [“¡Che, vos no sos el que eché el otro día? Ja ja ja. A estos los tengo al trote”, nos dice, con gesto ganador].
El Papa, que se prepara para recibir ahora a un grupo de profesores de la Universidad Pontificia Gregoriana que ya lo espera en la planta baja, nos acompaña hasta el ascensor.
[“Los voy a dejar pensando si vale más la doctrina o la pastoral]. Antes de desaparecer detrás de la puerta automática, se despide con el clásico "no se olviden de rezar por mí". Hay también tiempo para un abrazo. [¡Es un dulce de leche!]

-Un reciente sondeo en la región [del Pew Research Center] certificó que, más allá del "efecto Francisco", hay católicos que siguen abandonando la Iglesia.
-Conozco la estadística que dieron en Aparecida, es el único dato que tengo. Evidentemente, hay varios factores que intervienen en eso, externos a la Iglesia. Por ejemplo, la teología de la prosperidad inspira muchas propuestas religiosas que atraen gente. Pero luego la gente queda a mitad de camino.[Por eso yo tengo amigos pentecostales que la tienen más clara que nosotros. Lástima que yo aflojo y ellos nos siguen haciendo la contra].  Pero dejando afuera lo externo a la Iglesia, me pregunto: ¿cuáles son las cosas nuestras, dentro de la Iglesia, que hacen que los fieles no se sientan satisfechos? Y es la falta de cercanía y el clericalismo [ “Y… ¡Ojito, eh!, que yo soy muy cercano a la gente, siempre me saco fotos y selfies y no soy para nada clerical, a pesar de ser EL PA-PA”, dijo seriamente, con una mirada que me heló la médula, y remarcando las mayúsculas aún hablando en voz alta]. La proximidad es el llamado hoy al católico, a salir y hacernos próximos de la gente, de sus problemas, de sus realidades. Donde los laicos son más maduros en América latina es precisamente en la expresión de la piedad popular. Pero organizaciones laicales siempre estuvieron con el problema del clericalismo. Yo hablé de esto en la "Evangelii Gaudium" [“¿La leíste, no?”, me dijo sacando de su bolsillo un ejemplar firmada por Tucho Fernández y blandiéndola como un florete].

-¿La renovación de la Iglesia a la que usted llama apunta también a buscar a estas "ovejas perdidas" y a frenar esa sangría de fieles?
-No me gusta usar esa imagen de la "sangría" porque es una imagen muy ligada al proselitismo. No me gusta usar términos ligados al proselitismo porque no es la verdad. Me gusta usar la imagen de hospital de campaña: hay gente muy herida que está esperando que vayamos a curarle las heridas, heridas por mil motivos. Y hay que salir a curar heridas.[“Gritándoles: ¡Fariseos! ¡Pelagianos! ¡Caras de funeral! ¡Simoníacos! ¡Controladores de la gracia! ¡Disfrazados! ¡Solteronas!”, permaneciendo como diez minutos más expresando epítetos cada vez más subidos de tono. Lo dejé hablar y pensé mi siguiente pregunta].

-¿Ésa es la estrategia entonces para recuperar a los que se van?
-No me gusta la palabra "estrategia", sino que hablaría del llamado pastoral del Señor, porque si no, parece todo una ONG...[Y la Iglesia no es una ONG: me di cuenta hace poco, cuando esos truchos suecos no me dieron el Premio Nobel de la Paz. ¡Con lo que me lo merecía!] Es el llamado del Señor, lo que hoy le pide a la Iglesia, no como estrategia, porque la Iglesia no hace proselitismo. La Iglesia no quiere hacer proselitismo porque la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción, como dijo Benedicto [y si yo repito lo que dijo Benedicto, al menos estoy cubierto de meter la pata, aunque no esté del todo convencido. Bue, total me salva las papas del fuego Lombardi]. La Iglesia tiene que ser un hospital de campaña y salir a curar heridas, como el buen samaritano. Hay gente herida por desatención, por abandono de la Iglesia misma, gente que está sufriendo horrores...[por eso, fíjate, que yo los llamo Fariseos! Pelagianos! Caras de funeral! Contadores de Rosarios! Para que se despierten y se curen. ¿Entendés mi demostración por el absurdo? Más los critico y humillo, y más salen curados. ¡Es genial! ¡Y lo aprendí yo solito!]

-Usted es un papa que suele hablar de manera directa, lo que le ayuda a dejar en claro el rumbo de su pontificado. ¿Por qué cree que hay sectores que están desorientados, que dicen que la "barca está sin timón", sobre todo después del reciente sínodo sobre la familia?
-Me extrañan esas expresiones. No me consta que las hayan dicho. En los medios, aparece como que las hubieran dicho. Pero, hasta que no le pregunte al interesado: "¿Usted ha dicho esto?", mantengo la duda fraternal. [Igual voy preparando las represalias por las dudas, uno nunca sabe con esos fariseos y pelagianos.] Pero, generalmente, es porque no leen las cosas. Uno sí me dijo una vez: "Sí, claro, esto del discernimiento qué bien que hace, pero necesitamos cosas más claras". Y yo le dije: "Mire, yo escribí una encíclica, es verdad, a cuatro manos, [bueno, la escribió toda Benedicto, yo le agregué tres párrafos y la firmé, pero la verdad nunca la llegué a leer, se lo encargué al Tucho.]  y una exhortación apostólica. Continuamente estoy haciendo declaraciones, dando homilías y eso es magisterio. [Y acuérdense que cuando habla el Papa, o sea, yo, soy infalible. ¿Estamos?. IN-FA-LI-BLE, (dijo remarcando de nuevo las mayúsculas). Yo no me equivoco. Nunca. Never. Jamás.] Eso que está ahí es lo que yo pienso, no lo que los medios dicen que yo pienso. Vaya ahí y lo va a encontrar y está bien claro; «Evangelii Gaudium» es muy clara".[por ejemplo este párrafo, que me leyó sacando pecho: “Hay una tensión bipolar entre la plenitud y el límite. La plenitud provoca la voluntad de poseerlo todo, y el límite es la pared que se nos pone delante. El «tiempo», ampliamente considerado, hace referencia a la plenitud como expresión del horizonte que se nos abre, y el momento es expresión del límite que se vive en un espacio acotado.” ¡Es genial!!! ¡Más claro echale agua, che!]

-En los medios, algunos hablaron del "fin de la luna de miel" por la división que salió a la luz en el sínodo...
-No fue una división tipo estrella contra el Papa; o sea, al Papa de referente no lo tenían. Porque ahí el Papa procuró abrir el juego y escuchar a todos. El hecho de que, al final, mi discurso haya sido aceptado tan entusiastamente por los padres sinodales indica que el problema no era con el Papa, sino que era entre diversas posturas pastorales.[¿Te gusta como hablo en tercera persona? “El Papa”. Ese soy yo. Aprendí a hablar así con Maradona, que es un genio. “Hablá en tercera persona que todos te van a creer y nadie va a pensar que sos un autorreferencial”, me dijo.]

-Siempre que hay un cambio de statu quo, como significó su llegada al Vaticano, es normal que haya resistencias. Después de poco más de 20 meses, esta resistencia, silenciosa al principio, parece ser más evidente...[le dije, tratando de tirarle la lengua y que me de algún nombre. ¿Sabés como vendería esto?]
-La palabra la dijo usted. Las resistencias ahora se evidencian, pero para mí es un buen signo, que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar las cosas; es muy sano. [Ahora, que a nadie se le ocurra criticarme porque ahí me engrano, ¿estamos?. ¡Basta de habladurías! ¡Fariseos! ¡Solteronas!]

-¿La resistencia tiene que ver con la limpieza que usted está haciendo, con la reestructuración interna de la curia romana?
-[¿Qué estoy restructurando qué cosa? Ah, si, la Curia] Considero a las resistencias como puntos de vista distintos, no como cosa sucia. Tiene que ver con decisiones que por ahí tomo, eso sí. Claro, hay decisiones que tocan algunas cosas económicas, otras más pastorales...[y otras doctrinales, que son las que menos me afectan].

-¿Está preocupado?
-No, no estoy preocupado, me parece todo normal, porque sería anormal que no existieran puntos divergentes. [Pero ahí es cuando les tiro por la cabeza que soy el Sumo Pontífice, la autoridad máxima, el sucesor de Pedro, el IN-FA-LI-BLE porque obviamente me conviene. Decir que soy el “Obispo de Roma” me dio marketing, como el “buona sera”. Pero a nadie le hace mal que le recuerden que me deben obediencia, ¿capisce?. Mucho sínodo, mucho sínodo, pero acá el que manda soy YO]. Sería anormal que no saliera nada.

-¿Terminó el trabajo de limpieza o sigue?
-No me gusta hablar de "limpieza". Diría de hacer marchar la curia en la dirección que las congregaciones generales [las reuniones que anteceden al cónclave] pidieron. No, para eso falta mucho todavía. Falta, falta. Porque, en las congregaciones generales pre-cónclave, los cardenales pedimos muchas cosas y hay que seguir adelante en todo eso.. .[y ahora que destaparon que los alemanes hicieron un chanchullo para ponerse de acuerdo y elegirme a mí como Papa antes que empiece el cónclave, justo a mi, que me embarren la cancha, debe haber sido algún cara de pepinillo en vinagre.]

-¿Lo que se encontró haciendo limpieza es peor de lo que se esperaba?
-Primero, no me esperaba nada. Esperaba volverme a Buenos Aires [risas]. Y después creo que, no sé, Dios en eso es bueno conmigo, [risas] me da una sana dosis de inconsciencia [más risas]. Voy haciendo lo que tengo que hacer. [ya son risotadas, hasta el punto que a Francisco le saltan lágrimas de los ojos de tan desbordado que está. Con mi marido nos miramos extrañados. A los quince minutos empieza a aflojar. ]

-Pero ¿cómo anda el trabajo en curso?
-Bueno, es todo público, se sabe [de nuevo más fuerte las risotadas]. El IOR [Instituto para las Obras de Religión] está funcionando fenómeno y se hizo bastante bien eso.[Las risotadas no cesan]. Lo de la economía está yendo bien. [Pide una pausa para ir al baño porque la risa le produjo espasmos. ¡Qué Papa tan humano, hasta va al baño!] Y la reforma espiritual es lo que en este momento me preocupa más, la reforma del corazón. [Y la reforma de la cabeza: ¿para qué tantos dogmas? Mis amigos pentecostales creen en la mitad de las cosas que nosotros. ¡Aprendamos de ellos!] Estoy preparando la alocución de Navidad para los miembros de la curia; voy a tener dos saludos navideños, uno con los prelados de la curia y otro con todo el personal del Vaticano, con todos los dependientes, en el Aula Pablo VI con sus familias, porque ellos también llevan adelante las cosas [¿Viste? La gente pobre también puede estar cerca mio.]. Los ejercicios espirituales para prefectos y secretarios son un paso adelante. Es un paso adelante que estemos seis días encerrados, rezando y, como el año pasado, lo vamos a volver a hacer en la primera semana de Cuaresma. Vamos a la misma casa. [Pero los que quieren se pueden ir. ¡A la Orden de Malta! Jajaja]

-La semana que viene vuelve a juntarse el G-9 [el grupo de 9 cardenales consultores que lo ayudan en el proceso de reforma de la curia y en el gobierno universal de la Iglesia]. ¿Para 2015 va a estar lista la famosa reforma de la curia?
-No, el proceso es lento.  El otro día tuvimos una reunión con los jefes de dicasterios y se presentó la propuesta que hicieron de juntar los dicasterios de Laicos, Familia, Justicia y Paz. Y hubo discusión ahí, cada uno expresó lo que le parecía, y ahora esto vuelve al G-9. Es decir, la reforma de la curia lleva mucho tiempo, es la parte más compleja...[Recuerdo que el primer día que me reuní con mis cortesanos, perdón, con el G-9, les propuse: “vendamos todo, el Vaticano, la Sixtina, los Museos, nos vamos a una villa de emergencia en Buenos Aires y desde ahí hacemos una Santa Sede más chiquita y funcional. Pero saltó Madariaga y me dijo: “vos seguí con tus homilías en Santa Marta que en un tiempo le bajamos la persiana a todo esto”.]

-¿Es decir que no va a estar lista en 2015?
-No, se va haciendo de a pasitos.[Es como la reforma que estoy haciendo de la Iglesia: como decía el Cardenal Martini, la Iglesia está atrasada 200 años, al borde del abismo, pero hoy puedo afirmar que hemos dado unos pasitos hacia adelante!]

-¿Es cierto que un matrimonio podría estar al frente de este nuevo dicasterio que juntaría los Pontificios Consejos de los Laicos, de la Familia y de Justicia y Paz?
-Puede ser, no sé. Al frente de los dicasterios o de la secretaría va a estar la gente más apta, sea hombre, mujer, o matrimonio...[hasta un marciano puede estar, siempre que pida el bautismo, como dije la otra vez]

-Y no necesariamente cardenal u obispo...
-Arriba, en un dicasterio como la Congregación para la Doctrina de la Fe, el de Liturgia o en el nuevo que juntará a Laicos, Familia y Justicia y Paz, siempre va a estar al frente un cardenal. Conviene que sea así por la misma cercanía con el Papa como colaborador en ese sector. Pero ya los secretarios de dicasterio no tienen por qué ser obispos, porque un problema que hay acá, cuando uno tiene que cambiar un secretario-obispo es ¿dónde lo manda? Tiene que buscar una diócesis, pero a veces no son aptos para una diócesis, sino que son aptos para ese trabajo. Sólo nombré a dos obispos secretarios: el secretario del governatorato, para nombrarlo párroco de todo esto, y el secretario del sínodo de obispos, para lo que significa la episcopalidad allí.[Y lo nombré obispo al Tucho Fernández, que me lo agradeció con lágrimas en los ojos. ¡Qué satisfacción para él, después que me lo rebotaron durante años cuando lo proponía rector de la UCA! En un tiempito los nombro obispos a Boff, Pagola, Paulo Coehlo y el Dalai Lama, para completar. Jajaja!]

-Fue un año intenso: muchos viajes importantes, el sínodo extraordinario, la oración por la paz por Medio Oriente en los jardines del Vaticano... ¿Cuál fue el mejor momento y cuál, el peor?
-No sabría decirlo. Todos los momentos tienen algo bueno y algo que por ahí no es tan bueno, ¿no? [silencio]. Por ejemplo, el encuentro con los abuelos, con los ancianos, fue de una belleza impresionante.[Aunque el encuentro donde plantamos los arbolitos… [hubo más silencio]… o cuando repartí las pastillas de misericordina [hizo un silencio sepulcral cuando se fijó en un mensaje de texto que le había llegado al celular] o cuando me puse la nariz de payaso [seguía leyendo el mensajito]…Me guiño un ojo, señaló al teléfono y me dijo: “son cosas de mis asesores de imagen… qué le vamos a hacer!”]
- [Yo no sabía dónde meterme por la incomodidad. Se me ocurrió preguntar:]

Estaba Benedicto también...
-Me gustó mucho ese encuentro, pero no fue el mejor porque todos son lindos. No sé, no me sale eso, no se me ocurrió pensar eso.

-[Mucho no le entendí que quiso decir, no lo tenía a Lombardi cerca para que tradujera, así que seguí] Y de ser Papa, ¿qué es lo que más le gusta y qué lo que más le disgusta?
-Una cosa, y esto es verdad y esto lo quiero decir: antes de venir acá, me estaba retirando. O sea, cuando volviera a Buenos Aires, había quedado con el nuncio de hacer la terna ya para que, a fin de ese año [2013], asumiera el nuevo arzobispo. Tenía la cabeza enfocada en los confesionarios de las iglesias donde iba a ir a confesar. Incluso estaba el proyecto de pasar dos o tres días en Luján y el resto en Buenos Aires, porque Luján a mí me dice mucho, y las confesiones en Luján son una gracia. Cuando vengo acá, tuve que volver a empezar con todo esto nuevo. Y una cosa que me dije desde el primer momento fue: "Jorge no cambies, seguí siendo el mismo, porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo". [Yo la nariz de payaso me la ponía todos los días, eh?] Por eso he mantenido siempre lo que hacía en Buenos Aires. Con los errores, por ahí, que eso puede suponer. Pero prefiero andar así como soy. [Alegre, extrovertido, abrazando a todos y sacándome fotos, pidiendo bendiciones a los protestantes, todo, hasta la nariz de payaso]. Evidentemente, eso produjo algunos cambios en los protocolos, no en los protocolos oficiales porque esos los observo bien. Pero mi modo de ser aun en los protocolos es el mismo que en Buenos Aires, o sea que ese "no cambies" me cuadró bien la vida.[¡¿Ya te conté de la nariz de payaso?]

-[Como vi de reojo que contestaba por mensaje “ya le dije lo de la nariz de payaso!!”, cambié de tema] A la vuelta de Corea del Sur, ante una pregunta, dijo que esperaba en dos o tres años "ir a la casa del Padre" y mucha gente se quedó preocupada por su estado de salud, pensando que estaba enfermo o algo por el estilo. ¿Cómo está? ¿Cómo se siente? Se lo ve bárbaro...
-Tengo mis achaques y a esta edad los achaques se sienten. Pero estoy en manos de Dios, hasta ahora puedo llevar un ritmo de trabajo más o menos bueno.[Por ejemplo, me cuido para arrodillarme: cuando le lavé los pies a la chica musulmana me arrodillé, por eso me cuido de no hacerlo en cada misa para no cansarme mucho. Y el otro día casi me caigo subiendo al avión, lo que pasó es que tenía la valijita llena de los libros de autoayuda de Tucho Fernández que me dio para vender, porque no los compra nadie.]

-Un sector conservador en Estados Unidos cree que usted lo echó al cardenal tradicionalista norteamericano Raymond Leo Burke del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica por ser el líder de un grupo de resistencia a cualquier tipo de cambio en el sínodo de obispos... ¿Es verdad?
-[Puso cara de asombro y carraspeó un poco] El cardenal Burke un día me preguntó qué iba a hacer, ya que aún no había sido confirmado en su cargo [se detuvo un momento para pensar y siguió], en la parte jurídica, [se detuvo otro momento para pensar y siguió] y estaba con la fórmula de donec alitur provideatur ("hasta que se disponga otra cosa"). Y le dije [se detuvo otro momento para pensar y siguió]: "Deme un poco de tiempo porque se está pensando en una reestructuración jurídica en el G-9", y le expliqué que todavía no había nada hecho y que se estaba pensando. [se detuvo otro momento para pensar y siguió] Y después surgió lo de la Orden de Malta [se detuvo otro momento para pensar y se sonrió] y ahí hacía falta un americano vivo, que se pudiera mover en ese ámbito y se me ocurrió él para ese cargo [estaba exultante]. Y se lo propuse mucho antes del sínodo. [Ahí soltó la primera carcajada] Y le dije: "Esto va a ser después del sínodo porque quiero que usted participe en el sínodo como jefe de dicasterio", porque como capellán de Malta no podía [puso cara de compasión y puchereó]. Y bueno, me agradeció mucho, en buenos términos y lo aceptó, hasta le gustó me parece. Porque él es un hombre de moverse mucho, de viajar y ahí va a tener trabajo. O sea que no es cierto que lo eché por cómo se había portado en el sínodo [y suspiró largo y tendido, satisfecho con su explicación. Otra francisqueada, pensé yo].

-¿Tiene planes para su 78° cumpleaños, el 17 de diciembre próximo? Lo festejará con losbarboni [sin techo] como el año pasado?
-A los barboni yo no los invité, me los trajo el limosnero ¿eh? Y fue un buen gesto y ahí también se hizo el mito de que yo había desayunado con los barboni. [¿Se dan cuenta que hay cosas que yo ni me entero pero como quedan bien y dan marketing, no las aclaramos antes?] Pero yo desayuné con todo el personal de la casa y estaban los barboni ahí. [Pero attenti que no los invité yo]. Son de esas cosas folklóricas que me cuelgan ahí... Como cae un día que no tengo misa abajo en la capilla, porque es miércoles y hay audiencia general, vamos a almorzar juntos todos los empleados de la casa. Para mí, va a ser un día totalmente normal, como todos los demás. [Oops, se me escapó. ¡No quería contar que almuerzo con los empleados, no! Después mi asesor de imagen me reta.]

- [Me quedaban las preguntas sobre el Sinodo, los divorciados, Kasper, la política y el viaje a Argentina. Me acordé que de los cristianos perseguidos en Medio Oriente no le tenía que preguntar. Lo que más me llamó la atención es que Francisco siempre habla de una Iglesia autorreferencial, y hasta ahora sólo habló de él mismo. ¡Qué raro!  Y tampoco nombró a Jesús en ningún momento. ¡Más raro! Pero bueno: ésta no es una entrevista sobre teología, esa teología de escritorio que no le gusta. No tiene por qué recordar siempre a Jesús o los evangelios. Siempre dice que creé en lo que creé la Iglesia. Entre llamar por teléfono, contestar cartas, hablar con el G-9, recibir a Maradona y Wanda Nara, seguro que debe tener tiempo para repasar el Catecismo. Bah, pienso yo.]


CONTINUARÁ

viernes, 28 de noviembre de 2014

Boff aclaró quién es Francisco

Hace unos meses, Leonardo Boff concedió una entrevista a la que titularon "Yo soy del movimiento de Jesús” disponible aquí.
Boff sabe lo que dice. Dejó el hábito franciscano porque “la Iglesia impuso el celibato”. Y habla claramente, muy claramente, desde su resentimiento hacia la Iglesia, hacia la Iglesia jerárquica, instituída, que tanto detesta. Por eso quizás es que predica ahora una religión ecologista, panteísta, fruto de una pérdida de fe manifiesta. Pero cada uno es libre de expresar lo que quiera.

En esa entrevista, Boff sostiene:
“Los tiempos han cambiado y, gracias a Dios, tenemos un Papa que por primera vez después de 500 años, responde a la reforma, responde a Lutero. Lutero propuso lo que llamamos el Principio Protestante, que es el principio de la libertad. Y este Papa, vive ese espíritu. Y vive el cristianismo no como un conjunto de verdades a las que tienes que adherirte, sino como el encuentro vivo con Jesús.
Distingue entre la tradición de Jesús, ese conjunto de ideales, tradiciones y la religión cristiana, que es igual a cualquier otra religión. Él dice: "Yo soy del movimiento de Jesús", y no de la religión católica. Tales declaraciones son una barbaridad para los cristianos tradicionales, pero son absolutamente correctas en el sentido teológico, aquello que siempre dijimos, y por lo que fuimos perseguidos…”


Que Boff describa con esas palabras el pontificado actual es iluminador. Y es de agradecer. Porque Boff esclarece desde su postura sus puntos de unión con Francisco. Que el Papa, según Boff, responda a la Reforma y a Lutero, explica muchas cosas. Y que alguien en la vereda de enfrente lo reconozca, alivia. Boff no es un conservador o tradicionalista obviamente. Pero en este punto coincide con la lectura (crítica) que los mismos tradicionalistas realizan. Más de lo que le gustaría. Más de lo que necesitaría aclarar. Porque a Francisco lo deja muy mal parado. Esperemos que a pesar suyo.

Hagan lío...

En la Arquidiócesis de Bahía Blanca se viene realizando todos los años una "acampada" de la Renovación Carismática y la Pastoral Juvenil.
Este año eligieron como lema "seamos callejeros de la fe". En Argentina, la palabra Callejeros está directamente asociada al grupo musical que hace unos años estuvo presente en la peor tragedia en un lugar cerrado donde hubo cientos de muertos por un incendio, en la disco Cromagnón, del que las responsabilidades se siguen buscando y nunca quedaron claras.
Pero todo sea para llegar a los jóvenes. Aún usando palabras cargadas de emociones encontradas. Siga el lío.

martes, 25 de noviembre de 2014

El Papa y el mundo

El Papa Francisco visita el Parlamento Europeo en Estrasburgo. 
Euforia en el Vaticano, como lo relata desde la Radio Vaticana Guillermo Ortiz, sj.


Resulta obvio que todo es para reconocer el liderazgo de Francisco: moral, espiritual, religioso... sublime, celestial, etéreo, magnificente, perfecto, más que perfecto, pluscuamperfecto!
Le fue mejor que a Juan Pablo II en 1988: un diputado protestante le gritó que era el Anticristo.
(... ¿Porqué uno tiene memoria? En "El Anticristo" de Soloviev también se habla de un líder mundial. Si Ortiz le agrega "humanista" a su descripción de Francisco estamos al horno).

lunes, 24 de noviembre de 2014

"Ser Obispo es ser Madre, advierte Francisco" (SIC, SIC, RE-SIC)

Dejo este enlace a la consideración del que lo crea conveniente.
Yo sigo sin entender. 
Guillermo Ortiz, de Radio Vaticana, jesuita, discípulo de Bergoglio.
"Advierte", ojo. 
Al que no le guste, le pedimos la renuncia y reducción a estado laical.






La Iglesia ya existía antes de "Este Papa"

Dedicado al periodista Tito Garabal, de "Claves para un mundo mejor" y a Elisabetta Piqué, de "La Nación".

Cada tanto nos hacen recordar algunos periodistas la "revolución", la "primavera eclesial" de "este Papa". Como si la Iglesia comenzó con aquel "Buona sera". Ha pasado mucha agua bajo el puente, Sínodo incluído. Y en el centro ya no está Cristo, sino "este Papa". Las muestras de indiferencia ya se hacen notar, el mundo sigue queriendo asimilar a la Iglesia a sus esquemas, el relativismo religioso viene cada vez con mayor empuje, 
Concuerdo y mucho con Sandro Magister en señalar las contradicciones del Papa Bergoglio. Yo aún no entiendo si es la misma persona la que sermonea en Santa Marta, la que habla en las Audiencias de los miércoles o la que se reúne con pentecostales, rabinos, imanes, políticos de toda laya, curas villeros, etc. Y el Papa sigue amonestando a los "cristianos" por sus defectos. Es lamentable. Porque Nuestro Señor nos enseñó que "a aquel que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho más". Y lo grave es que a los sacerdotes, obispos, aún a los cardenales, se les exigirá mucho más, cuentas de lo que hayan hecho o no, de la responsabilidad sobre los fieles laicos, cuánto educaron, cuánto cuidaron, cuánto hicieron para conservar, madurar y crecer en la fe de aquellos que le fueron confiados. Por vocación no me tocó, pero no me gustaría estar en los zapatos (negros o rojos) de algún obispo que haya escandalizado, que no haya sido testimonio viviente de Cristo, que al día de irse de su cátedra las personas se casen menos por Iglesia, haya menos bautismos, se pierda la fe y los sacramentos. Misericordiando o no.
El otro día nos enteramos por el ilustrado teólogo José María Castillo, estrella del cielo de "Religión Digital", que justamente el mismo Papa hizo (casi) todo para que saliera a la luz el escándalo de los sacerdotes abusadores en la diócesis de Granada (España). 
Sería una grandisíma oportunidad para recordar y releer la Carta del Papa Benedicto a los católicos de Irlanda. Palabras y criterios que valen para todas estas situaciones. 
Pero también para recordar lo hecho antes de Francisco con este tema. Para todos aquellos que tienen poca memoria.

el enlace aquí
y éste aquí

La empatía de "Este Papa"

Sólo imágenes...




domingo, 23 de noviembre de 2014

Acerca de los "cristianos" de Francisco

PREMISA 1: El Papa Francisco siempre se dirige a los "cristianos". Vale como ejemplo que en su exhortación Evangelii Gaudium no utiliza ninguna vez la palabra "católicos" dirigida a los pertenecientes a "la Católica", sino sólo como adjetivos.

PREMISA 2: Cuando se dirige a los "cristianos", es para sostenerlos en su fe, animarlos, confirmarlos en su seguimiento a Cristo.... no, perdón, habla en estos términos... y sólo en menos de 10 días (Fuente: Meditaciones Diarias en Santa Marta - www.vatican.va)


Se le escapó "católicos" el 28 de Octubre, pero igual, antes venía diciendo cristianos.
La Evangelii Gaudium es otro poema: cara de funeral - tristes y desalentados - esquemas aburridos - reacciones quejosas y alarmistas - confesionarios como salas de torturas - controladores de la gracia - marañas de obsesiones y procedimientos, etc. Y acá sí se dirigía a los católicos, menos mal.

PREMISA 3: Hace unos días, el 20 de Noviembre, Francisco sostuvo que Jesús llora hoy por su Iglesia, al igual que lloró por Jerusalém. Obvio. No lo coloca en el contexto de la antigua alianza, del "vino a los suyos y los suyos no lo recibieron", si no para volver a hablar de los cristianos. Y se pregunta el Papa: 
"Hoy nosotros los cristianos, que conocemos la fe, el catecismo, que vamos a Misa todos los domingos, nosotros los cristianos, nosotros los pastores, ¿estamos contentos de nosotros? Porque tenemos todo ordenado y no tenemos necesidad de nuevas visitas del Señor…"

Listo. Por ahora.



1) Yo me pregunto: ¿a qué cristianos les habla el Papa? 

  • ¿A los que no celebran los Sacramentos, que no reconocen a Pedro y a los Apóstoles, y sus sucesores los Obispos, a los que no creen en la Virgen María y han perdido, reducido, manipulado la fe en Cristo y en su Iglesia? 
  • ¿O nos habla a los católicos, que sí pertenecemos a la Iglesia Una, Católica, Romana y Apostólica? A mi no me queda claro. Y no soy neocon, o sedevacantista, o una fariseico conservador, ni soy un ultra progresista primaveral. Si soy padre de familia, casado por primera y única vez hace doce años, con dos hijos haciendo Catequesis Familiar (de la que algún día hablaré). En mi familia "conocemos la fe, conocemos el Catecismo y vamos a Misa los domingos". Y no somos conformistas. Si somos católicos.
  • Y si me habla a mi, porque por ser católico también soy cristiano, creo entonces que el Papa, por ser Jefe de la Iglesia Católica, también es cristiano. Entonces podríamos decir:
  • Papa escandoloso
  • Papa barnizado
  • Papa católico pero no tanto
  • Papa de color gris
  • Papa con cara de aburrido
  • Papa controlador de la gracia, etc.


y 2) Desde su elección a la sede de Pedro, Francisco (un super comunicador social según algunos) viene manifestando ciertas contradicciones, espero que a pesar suyo. Si pudo responder en su viaje de vuelta de la JMJ de Río de Janeiro: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?", ¿es mucho pedirle que actúe también asi:?

Si una persona es católica y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?