lunes, 4 de mayo de 2015

Acuerdos pre-cónclave... especial para Antonio Socci

En la página siguiente, aparece una entrevista (breve) al autor de "El Vaticano según Francisco".
En ella aparece:



(...) Bergoglio es un outsider total.
–¿Entonces por qué lo eligieron?
–Todos estaban cansados de la manera de operar de Roma, de la curia, de los italianos, el escándalo IOR, la pedofilia, Vatileaks, y decidieron elegir a un personaje totalmente nuevo. Me contó un cura canadiense que encontró al cardenal Bergoglio el domingo antes de la apertura del cónclave en la Plaza Navona y empezaron a andar y este cura, que es la persona que se ocupaba de toda la prensa anglosajona durante el cónclave, le preguntó a Bergoglio: “Cardenal, lo veo un poquito nervioso, ¿por qué?” Y él respondió: “Porque no sé lo que me están preparando los hermanos en el cónclave”. Esto significa que había una estrategia preparada.
–¿Bergoglio termina siendo un comodín, entonces?
–No. Él sabía que algo le estaban preparando pero no es un comodín. Los cardenales estadounidenses estaban convencidos de elegirlo. Algunos no lo conocían bien y fue una operación muy sutil y muy bien preparada. (...)


Interesante.
¿Es que los acuerdos pre-cónclave no son ilícitos?

Ecumenismo francisquista

Navegando recién, me encontré con esta noticia:
"El Santo Padre recordó, en la mañana de este lunes 4 de mayo, -al recibir en audiencia a la arzobispa luterana de Upsala (Suecia), Antje Jackelén, que encabeza la delegación de la Iglesia Evangélica-Luterana en ese país de visita en el Vaticano-, que el decreto “Unitatis Redintegratio” del Concilio Vaticano II sigue siendo el punto de referencia clave para el empeño ecuménico de la Iglesia Católica y que dicho decreto, añadió el Pontífice, “expresa un profundo respeto y aprecio por aquellos hermanos y hermanas separados a quienes, en la coexistencia cotidiana, se corre a veces el peligro de prestar poca consideración. En realidad no deben ser percibidos como adversarios o competidores, sino reconocidos por lo que son: hermanos y hermanas en la fe”

Entiendo que tenemos un Papa ecuménico. Demasiado, para mi gusto. Es mi opinión.
Entiendo que el Vaticano II propició de forma nueva el ecumenismo. Aún a costa que la Iglesia pierda parte de su esencia. Por deseo de (algunos) padres conciliares y (quizás) tolerado por el Espíritu Santo, que a veces permite ser probados en la fe. En el ecumenismo la Iglesia siempre sale perdiendo. Como si tuviera culpa de ser la Única Iglesia verdadera, mal que le pese a muchos. La Dominus Iesus está ahí, documento que no aporta nada nuevo (a propósito) sino que retoma la enseñanza de la Iglesia, clarificando aspectos que se habían confundido (a propósito) por iniciativa de muchos "católicos ecuménicos". Y tuvo que ser el Cardenal Ratzinger quien aportó claridad al tema.

Pero no soporto la confusión.
Misa del 5to Domingo de Pascua:
1ra Lectura: Saulo llega a Jerusalen, los discípulos y Apóstoles sienten desconfianza "porque no creían que el fuera un verdadero discípulo". Pero cuenta su encuentro con Cristo y su testimonio, e ingresa a la Iglesia. La de Jerusalén. La Apostólica. De la que Francisco es sucesor de Pedro.
Evangelio: "Permanezcan en mi, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mi... porque separados de mi, nada pueden hacer".

A Saulo no le dijeron: "Bueno, todo bien. Viví y dejá vivir. Armate una iglesia aparte que somos hermanos. Predicá lo que quieras. Todo bien!". Ni Jesús dijo "Si, cada uno forme su Iglesia. Yo me divido, no se preocupen. Voy a estar con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, pero no en mi Iglesia, voy a estar en todas. Y si aparece en 1500 años un fulano llamado Lutero, bueno, son sus hermanos. Olvidense que mi única Iglesia es la que nace en Jerusalen desde mi cruz. No vale la pena enfrascarse en discusiones teológicas de escritorio. Todos hermanos. Todo bien. Vivan y dejen vivir!"

Mucha confusión. Poca claridad. Y el Vaticano II aportó mucho a ésto. Y el Papa también.

jueves, 23 de abril de 2015

El Papa no tiene cura

En la Navidad pasada, el Papa Francisco se despachó con las cinco enfermedades o tentaciones de la Curia de Roma, de sus colaboradores. Ya lo he tratado en entradas anteriores. Lamento informar que su contagio sigue en curso. 

Los hechos:
1. El fomento de la papolatría: no sólo se despachó con las enfermedades de la Curia, sino que también en la Misa Crismal arremetió contra los obispos y sacerdotes. A sus más obsecuentes defensores no les alcanzaron los dedos en los teclados para deconstruir semejante homilía misericordiosa. Y por otro lado, por medio de mails a distintas congregaciones en Argentina, que "recen por él" porque lo quieren matar. Grageas de un martirio buscado.
2. El personalismo: en su entrevista televisiva mexicana (aquella donde hace el chiste sobre cómo se suicida un argentino), Francisco repite a cada rato que ésto "no le gusta", que aquello "no le gusta", que lo otro "no le gusta". Parece que no solo recibir, sino saludar con atención y cariño al esposo e hija de Asia Bibi tampoco "le gustó". Los recibió de pasada, siguió de largo, con una bendición sin ganas.
3. Su verborragia confusa y complaciente: preguntarse si "con esto caminaba la vieja?" en referencia al bastón que usaba Santa Teresa de Jesús, puso en evidencia que la sintomatología sigue profundizándose.
4. El empeño en rebajar la Iglesia: aunque lo ha llegado a nombrar, habiendo omitido las más de las veces el tema, la cantidad de mártires que están cayendo en oriente medio seguramente no entrarán en los "me gusta" de Bergoglio. Mártires que dan testimonio de que la vida no es nada comparada con Cristo. Pero el Papa lo ignora. Los inmigrantes en Lampedussa valen más.
5. La necesidad de vanagloriarse y ganarse la simpatía de los que se oponen a Cristo: el Jubileo de la misericordía será quizá su Concilio Vaticano III breve, luego del Sínodo, que Bergoglio se tiene prometido. Misericordía por encima de la fe, pastoral enterrando a la doctrina de la Iglesia.
6. La repetición de incoherencias: cuando viajó a Turquía, se cuidó mucho de nombrar el genocidio armenio. Nada de nada. Para no molestar. Hace una semana lo pronuncia en público... años después de la misma afirmación realizada por Juan Pablo II y Benedicto XVI. Pero para algunos, Francisco lo dijo más fuerte!!!
7. La constante costumbre de escandalizar: en Semana Santa ha vuelto a lavar los pies de una "docena + uno", cuidadosamente registrado en los medios de comunicación afines pero con un problemita de lectura de rúbricas liturgicas evidente (Vade retro, rúbricas!!!, exclamó el Papa).
8. Del "¿Quién soy yo para juzgar?": el caso del embajador de Francia ante el Vaticano produjo una nueva regresión inesperada: el Papa abierto a todos sigue con la cerrazón de tantos siglos de oscurantismo vaticano.
9. Amistades peligrosas: como aparece en el post anterior, siguen entrando al Vaticano Maradona, Kirchner, mails a Cacho Castaña, etc., todo "fulbito pa´ la tribuna". Argento 100%.
10.La lenta reforma de la Curia Vaticana: sin novedades. Siguen las reuniones y los viajes. Pocos cambios. Mucho marketing. Obviamente, a costa de los retrógrados cardenales que le hacen la contra.
11. Un Papa que mezcla la politica con la fe: hace un par de semanas, se publicó que el Papa Francisco se había sentido "usado" por los políticos argentinos. Luego de estas declaraciones, el Papa acepta una nueva visita de la Presidenta Kirchner, ya metida en plena campaña electoral.
12. La búsqueda inquietante de novedades morales y doctrinales: El Papa sigue ahí, en Santa Marta, dentro del Vaticano. Todavía no ha renunciado a nada, ni a ningún título. Que luego del Sínodo le otorguen a las Conferencias Episcopales libertad de doctrina, es una hipótesis que toma cuerpo si el Papa quiere lavarse las manos de cualquier cambio en dirección herética.
13. Algunas de sus obsesiones...: la dualidad misericordia- fariseísmo, novedades- cerrazones sigue sin solución de continuidad. Agravada al acercarse el Sínodo.
14. La calculada trampa del Sínodo de la familia: a pesar que el Cardenal Muller ha salido a explicar que su Congregación tiene como tarea "estructurar teológicamente" el Papado, y ya algunas espadas han salido a defender a Francisco, no se registran muchas novedades: la misericordina tiene efectos colaterales importantes.
15. El rumbo que Francisco planea para la Iglesia: tampoco ha habido cambios ni mejoras: no será para confrontar o chocar con el mundo, sino una implosión silenciosa y duradera.

Maradona 3 - Asia Bibi 0

Desde hace un tiempo (en el que no he publicado entradas) había dejado que un manto de piedad sobre el Papa Francisco me evitara escribir comentarios. Críticos.
Un allegado al Papa, cercano a él en Roma, comentó que el Papa no es como lo muestran en los medios. Que es sencillo, que tiene una fe muy clara, y que su estilo campechano es el que usa todo el tiempo. Llano y transparente. Como que no hay que pedirle, o esperar, mucho más.
Hace unos días, se publicó la noticia de la visita del marido y la hija de Asia Bibi, en audiencia general en el Vaticano, donde fueron a saludar a Francisco.
Vi el video en Rome Reports, donde objetivamente, más de 10 segundos, entre la explicación de Arsuaga, estrechar la mano y el gesto al vuelo y a las apuradas de la bendición, no hay mucho más.
Empezaron a salir comentarios de cómo este Papa recibe a Maradona, a Scalfari, a la presidenta Kirchner.... y no recibe aunque sea en audiencia privada a los familiares de Asia Bibi (ndr, una mujer católica condenada desde hace cinco años a muerte en Pakistán por confesar su fe católica y no abjurar de ella. Vive en una cárcel donde ella misma se hace la comida para que no la envenenen y con recompensas de imanes musulmanes para aquellos que la asesinen)
Piadosamente pensé: "otra vez los conservadores y dinosaurios preconciliares hacen leña con Francisco".
Me fijé en algunas páginas (de las obsecuentes al Papa) y vi que apenas mencionaban que fue en una audiencia general (donde puede entrar cualquiera, sin invitación, y acercarse al Papa), donde ponían que "los colmó de bendiciones", que les habló, que se interesó, etc. Todo para seguir haciendo pasar a este Papa como el más humano y cariñoso de la historia. Pero en los hechos, nada de nada.


El Papa de las sorpresas!!!
Pero justo hoy aparece la noticia de que justamente el Papa recibe nuevamente a Maradona. Donde lo colma de elogios y alabanzas. Buscando armar otro partido de fútbol (recordemos que en el primero se cantó la canción Imagine de John Lennon, un himno al agnosticismo laico galopante) para el proyecto Scholas Concurrentes, patrocinado por el mismo Bergoglio, promoviendo una educación laicista, descreída, al servicio de los poderes reinantes.

Como decía el susodicho, no esperemos mucho más del Papa Bergoglio. Y si ésto es lo que tenemos hasta ahora, lo que venga no será mejor. Al contrario.

sábado, 28 de febrero de 2015

Las últimas tentaciones (y caídas) de Francisco


11- Un Papa que mezcla la política con la fe: muchas de las actitudes de Bergoglio lo exponen como un líder populista, que no quiere decir popular, sino que tiende a mezclarse con personas de la más variada calaña. Entre ellos los políticos argentinos. Aunque haya repetido que no quiere influir en los mecanismos políticos de este país, o que aplace su esperado (por algunos) viaje a su país de origen para no inmiscuirse en la política local, en estos dos años no ha dejado de recibir políticos de todo color y pelaje, incluyendo tres veces a la Presidenta (a quien pidió cuidar) y excluyendo a dos notorios opositores (uno candidato a presidente y otro sindicalista). Se ha sacado fotos con todo tipo de agrupaciones políticas y banderías, aún aquellas que favorecen todo tipo de políticas contraproducentes para la mayoría del pueblo argentino. Como Cardenal durante años le huyó a la cercanía de políticos, salvo aquellos obsecuentes como el diputado que hace unos días publicó una desafortunada carta del Papa que ofendió al pueblo mejicano. Pero como Papa no tiene empacho en dar a Dios y al César el mismo tratamiento. 
12- La búsqueda inquietante de novedades morales y doctrinales: aunque el Magisterio de la Iglesia ha definido claramente todas las cuestiones que tienen que ver con la fe y la vida humana a partir de la Revelación, con el Papa Francisco se ha profundizado e institucionalizado (por ejemplo a través del C9) una cantidad de posibilidades (pedidas históricamente por sectores progresistas y pseudo-católicos) de cambios en la doctrina y moral de la Iglesia. Todo parece estar nuevamente en estudio, esperando nuevas hipótesis de respuesta y alternativas abiertamente contrarias a lo establecido por Papas, Santos, Doctores de la Iglesia, Concilios y Sínodos. Y cuando estas propuestas le son rechazadas pone en marcha una serie de advertencias y amenazas a los que quieran enfrentarse a sus cambios. En otras palabras, a pesar de reclamar la humildad y la pobreza como ariete publicitario, en sus actos personales actúa utilizando el "poder" que el Papado le confiere. Los santos y beatos nombrados directamente sin el proceso canónico completo (la necesidad del milagro reconocido) ha sido utilizado más que lo que lo usaron la totalidad de los Papas anteriores. El nombramiento de obispos o cardenales sin consulta o sin respetar las tradiciones de las sedes cardenalicias tampoco son objeto de su afecto. Y al as bajo la manga para el próximo sínodo de apelar a su autoridad para "atar lo que quiera atar en la tierra y en el cielo" va dejando de ser una fantasía a medida que pasa el tiempo.
13- Algunas de sus obsesiones que ocultan la profunda crisis de fe actual: el Papa puede tener los horarios que quiera: levantarse a las 5, rezar, la misa, reuniones, audiencias, reuniones y más reuniones, llamadas telefónicas, contestar cartas, recibir visitas, etc. En toda esa febril actividad (que parece resentirle la salud pero impecablemente detallada en los medios) parece que toda su dedicación está puesta en pocos aspectos esenciales que son urgentes en la Iglesia: dedicado a la lenta reforma de la Curia, empeñado en su momento en los inmigrantes ilegales, luego en los contactos políticos con Argentina, su empeño manifiesto (el más grave) en dividir a la Iglesia (en vez de unir) en misericordiosos frente a fariseos rigoristas, etc. Este empeño lo viene trasluciendo en cada homilía, cada discurso, cada juicio contra ls cristianos que tratan de vivir su fidelidad a Cristo lo mejor posible. Al juzgar a los católicos de grises, quejumbrosos, aburridos, barnizados, caras de funeral, revela el poco amor que tiene por los que forman la Iglesia, que entregan su vida por ella y viven la fe en el lugar que les dio el Señor.
14- La calculada trampa del Sínodo de la Familia: acerca de la familia, de cómo puede enfrentar los ataques que sufre, como vivir con fe y amor la secularista opción de vida actual, se podría profundizar mucho. El Magisterio siempre se mantuvo actual en este acompañamiento. Hasta Francisco. Especular con dar la comunión a los divorciados vueltos a casar (nunca excluidos de la Iglesia, aunque Francisco nos lo quiera hacer creer), la posibilidad de realizar un camino de conversión y gracia a las personas homosexuales (acompañados con respeto y comprensión como pide el Catecismo, aunque Francisco quiera decir que no es así), se ha convertido para el Sínodo, de mano de colaboradores directos del Papa que manipulan la opinión y a los propios padres sinodales, el ariete papal en su búsqueda de soluciones y nuevas hipótesis. Con ese fin, el mismo Francisco prohibió publicar las exposiciones de los obispos durante el Sínodo, y vergonzosamente añadieron a la relación final cuestiones que no habían sido formalmente votadas por los obispos, para torcer el brazo y seguir exponiendo (para criticarlos y debilitarlos) a los que afirman con justicia que esas cuestiones ya han sido resueltas por el Magisterio precedente. Y el Papa no ha sido nada ajeno a estas trampas.
15- El rumbo que Francisco planea para la Iglesia: al Papa no le importa romper moldes. Se ha revelado como un gran estratega en el perfil que le ha dado a su rol pontificio: humilde, con gran exposición y repercusión en los medios (buscada abiertamente y transando más de una vez con ellos), desacartonado. Con estas actitudes sigue encandilando a sus colaboradores y a personas que se deslumbran con sus gestos, que siguen sin creer un ápice en la fe católica. Siendo argentino, lleva en su esencia el doble discurso, el populismo, el narcisismo del que cree que nunca se va a equivocar, que le deben obediencia ciega y fiel, y que no tolera la más mínima crítica. Su discurso en el cierre del Sínodo es prueba palpable de esto. 
Según sus allegados, pretende revolucionar la Iglesia, no reformarla. 
¿Porqué no convocó a un Concilio? Creo que porque considera que no tiene tiempo para conseguir lo que desea (un cambio radical de la doctrina, convirtiendo la Iglesia en lo que no es), y porque doblegar a cinco mil obispos es más difícil que manipular a doscientos con un sínodo. Es una opción con más posibilidades de éxito. No son mil obispos los que defienden la doctrina tradicional sino apenas veinte. Y las filtraciones a la prensa pueden ser más dirigidas. No se si éste será el rumbo que quiere Cristo para su Iglesia. Pero Francisco lo está logrando.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Las siguientes tentaciones de Francisco

Sigo con la lista de tentaciones que podemos observar en el Papa... y lo significativas que resultan cuando cae en ellas. La cuestión es que ellas hacen que muchas personas se descentren de lo esencial, que es Cristo presente en la Iglesia y se complazca en alabanzas y deslumbramiento por un ídolo con pies de barro. 
Incluso el golpe de efecto inicial de tomar el nombre de "Francisco", fue reutilizado desde Radio Vaticana en sostener que "El Papa es tan santo como San Francisco de Asís". La forma en que enfrenta el Papa los problemas o retos actuales que enfrentamos los católicos, donde ponerse en el centro de la escena, dedicarse a reunirse con sus amigos pentecostales y alentarlos, realizar gestos marketineramente calculados, dar entrevistas o soltar opiniones sin ton ni son (como el asunto de los católicos como conejos), no resuelven en nada los desafíos que enfrenta la Iglesia en este momento histórico, con un Papa distraído y desubicado en su misión de vicario de Cristo. 
La crisis de fe que se verifica en la Iglesia desde el fin del Vaticano II, la caída abrumadora de vocaciones sacerdotales y religiosas, la pérdida en la vida sacramental de millones de católicos (bautismos, casamientos, confirmaciones), las celebraciones litúrgicas huecas y vacías, la falta de formación de sacerdotes (ni hablar de vivir en pobreza, obediencia y castidad), la cantidad de laicos clericalizados y clérigos laicistas, los desvíos doctrinales y morales, son las características de una fe que se diluye y una vida sacramental que se esfuma. 
Y todo esto ante los ojos del Papa Francisco, que vive más preocupado porque el tiempo es superior al espacio, por su "hagan lio", por sus obsesiones (ayer trata de personas, hoy la mafia calabresa, mañana será la ecología si es cierto lo de la encíclica en proceso), que dejará luego de su paso (si no lo envenenan o matan antes, como también repetidas veces lo ha dicho, como invocando a un martirio altruista) una Iglesia más desvastada, con menos fe que antes, con sacramentos reducidos a la nada y un clero y una vida religiosa inexistente.

6- La repetición de incoherencias: mientras sostiene que "no se puede ser cristiano sin la Iglesia", el Papa se la pasa buscando que la Iglesia camine en la unidad con todos aquellos que la atacan, como si fuese la Iglesia la que los alejó. Mientras la enseñanza de la Iglesia es muy clara en abordar situaciones morales difíciles, el Papa de un plumazo sostiene que "tiene en su corazón", que "habrá novedades", que "hay que plantear nuevas hipótesis", engañando primero a los que están dolidos por su situación con posibles soluciones mágicas, y por otro despertando la atención de aquellos que quieren seguir fiel a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia. Los dobles mensajes son una variante de estas incoherencias, que no se las puede achacar a sus subordinados. Solamente colocar la misericordia por encima de la justicia, o a un Dios que "perdona todo" sin necesidad de conversión o arrepentimiento, da cuenta de una doctrina manejada arbitrariamente por el Papa actual.
7- La constante costumbre de escandalizar: ya había sostenido en una entrada anterior que Bergoglio no sería Francisco sin su predilección por escandalizar. Escandalizar en sentido evangélico, que es poner piedras y entorpecer el camino (de fe) del otro. Es muy significativo que en estos dos años no haya habido ni una noticia referida al Papa que de alguna forma haya desconcertado, molestado, asombrado a cualquier católico con un mínimo de vida sacramental o formación catequística. Lo de "católicos como conejos", dicho con la gracia habitual de un stand up, molestó y dolió a muchos padres y madres de familia. Hablar de "esa cruz tan pesada" que era el ayuno eucarístico, va por el mismo lado. Escandalizar para el Papa Francisco es pedagógico; para Jesucristo es uno de los pecados más graves.
8- Del "¿quién soy yo para juzgar?" a la lista de invectivas diarias en Santa Marta: si algo caracteriza la bondad del Papa Francisco es la originalidad para crear la más variada cantidad y calidad de insultos a los que él llama cristianos. Tanto que valió hasta la publicación de un libro con esta categoría. Pelagianos, contadoras de rosarios, fariseos (su preferido), neo-pelagianos, y todas las caras (de funeral, de pepinillos en vinagre, de solteronas), etc. etc. etc. Toda la humildad y la cercanía humana de que dispone con esta tentación (donde cae repetidas y fastidiosas veces) parecen revelar su real esencia: "de la abundancia del corazón habla la boca". Si lo que promueve es una renovación de los corazones, una revitalización moral, su estilo de juzgar sin misericordia alguna se presenta entonces como el escándalo y la incoherencia más grande, si ya por otros motivos no hace méritos para lograrlo.
9- Amistades peligrosas: cada uno dueño de sus preferencias y amistades. No tiene nada de malo. El Papa Francisco es particularmente dadivoso en este sentido. Aunque desde el inicio de su pontificado se abstiene abiertamente de dar la comunión en ceremonias públicas, por temor a que alguien en situación pecaminosa busque la foto comulgando con él, en sus audiencias públicas y privadas se ha permitido recibir y festejar alegremente con reconocidos personajes de más que dudosa catadura moral, o abiertamente enemigos de la Iglesia, o personas en situaciones morales cuando menos irregular. Todo lo que sea prensa le es conveniente. Y aunque sus obsecuentes salgan a explicar que Jesús también se acercaba a los pecadores, el Señor siempre los amonestaba a la conversión y al arrepentimiento. Cosa que no hace el Papa. Cuando las visitas se repiten es una muestra que la persuasión franciscana para el cambio de vida falla en algo.
10- La lenta reforma de la Curia Romana y el grupo de asesores cardenalicios c9: en otro momento sostuve que aunque la Curia Romana se reduzca a diez personas, que se cierre el Vaticano como Gobierno central de la Iglesia y que el Papa se vaya a vivir a una parroquia romana de las afueras, en nada va a solucionar o ayudar en la profunda crisis de fe que vive la Iglesia. Una Curia más ágil y moderna puede ser de provecho, pero cualquier administrador de empresas, con un mínimo de experiencia, ya hubiera realizado la reforma y actualización organizativa de un organismo que no ocupa a más de 500 personas. Unificar dicasterios, congregaciones, consejos soluciona burocracia pero no resuelve el problema de fondo de la fe. Por eso que esta lentificada reforma, "paso a paso" según Francisco, y con muchos detractores según sus obsecuentes, es una bomba de humo. Ajena a los fieles que quieren crecer en la fe, vivir sacramentalmente y contar con algún cura santo en la parroquia. En este punto, el grupo c9 de cardenales le es funcional: meten cizaña el dividir pastoral de doctrina, hacen lobby por la nueva revolución primaveral franciscana, y entorpecen con sus palabras el trabajo de los demás curiales. Y ni hablar de los colaboradores cercanos que Francisco ha llamado a acompañarlo: el mismo Kasper, el neo-capricho-francisquista- obispo Victor Fernández, y todo un séquito de obispos y cardenales nombrados directamente a dedo por el Papa sin ninguna intervención de nuncios o de la Congregación para el Clero, hoy inexistente.

martes, 24 de febrero de 2015

Las (primeras) 5 tentaciones de Francisco

Empiezo a enumerar la lista de tentaciones que en estos dos primeros años de Pontificado el Papa Francisco nos ha demostrado cabalmente. Tentaciones en las que frecuentemente cae, a la vista de todos, y que repercuten en la fe, para escándalo de muchos católicos.

1- El fomento de la papolatria, con su permanente autorreferencialidad, pero tan criticada según Francisco, cuando se refiere a la Iglesia: Desde su elección en 2013, ha sido permanente el cliché "este Papa es el primero que...", o "Nunca antes un Papa...", haciendo referencia a su pobreza, su humildad, su cercanía con las personas, su empatía y emoción a flor de piel con los que sufren. ¿Francisco ha fomentado para si mismo estas luces sobre él, poniéndose siempre en el centro de la escena? Si. No hay audiencia ni acto ni viaje en que no se preste a la foto. Los periodistas hacen su trabajo. Pero Jesús dijo "que lo que hagas con la mano izquierda no lo sepa tu mano derecha". La humildad como virtud está bien. Hacer marketing permanente de la humildad es falsa soberbia. Y Francisco pudo haber hecho un sinnúmero de gestos sin publicidad. Pero no lo hizo, porque manejarse como el CEO cool e innovador de una institución arcaica le trajo réditos.
2- El personalismo: Francisco ha realizado muchos gestos, todos ellos, queriendo a no, para diferenciarse de sus antecesores. Si se quería quedar en Santa Marta (un edificio nuevo, cómodo) y no en el Palacio Apostólico, no tenía porqué trascender que "habia espacio de sobra". Nadie les pregunto a Benedicto o a Juan Pablo si estaban cómodos o no viviendo allí. Tampoco se fue a vivir a una villa miseria romana, o a compartir la casa con los empleados de limpieza del Vaticano. La "Iglesia pobre para los pobres" sigue estando allí. Francisco no vendió el Vaticano o sus tesoros artísticos o las posesiones de la Iglesia para darselas a los pobres. Las finanzas vaticanas se transparentaron porque no había otra opción ya desde Benedicto. Y aunque se vaya a vivir a Filipinas con cinco personas como colaboradores, no soluciona la crisis de fe de la Iglesia. Los gestos exteriores de Francisco han sido estudiados, preparados, pero huecos. No basta "hacerse" el pobre para ser pobre. Ni usando sotanas transparentes, mocasines raídos o una valijita para los viajes. Mucho asesoramiento de imagen para ningún cambio profundo.
3- Su verborragia confusa y complaciente: en sus entrevistas, tanto a la revista de los jesuitas dirigida por Spadaro o con el periodista ateo Eugenio Scalfari de "La Reppublica", a quien le permitió transcribir lo dialogado según le pareciera, no una sino en tres oportunidades, de donde salió por ejemplo que "Dios no es católico". O el tiempo en entrevistas y libros dados a Elissabetta Pique, corresponsal de "La Nación", quien es una permanente difusora de la revolución del Papa. Quedará en la historia su decálogo de la felicidad "Vivir y dejar vivir", donde no nombró en ningún momento a Dios. O bien sus campechanas entrevistas en los viajes, contestando sin cuidado alguno sus opiniones personales en temas delicados. O también las llamadas telefónicas que ponían de manifiesto un doble discurso en cuestiones morales básicas. "Cuando ustedes digan si, que sea si", nos dijo Jesús. Y la Iglesia pierde mucho cuando el Papa dice una cosa en público y otra en privado. Las explicaciones de Lombardi sobre lo que realmente quiere decir el Papa cansan. Y son poco creíbles.
4- El empeño en rebajar a la Iglesia Católica y convertirla en un grupo cristiano cualquiera: El ecumenismo de Francisco es abiertamente parcial y engañoso. Con los ortodoxos ha resentido el diálogo por su falta de tacto para los ucranianos católicos. Con las comunidades protestantes, en especial con sus preferidos pentecostales, ha situado a la fe de la Iglesia como una expresión más del cristianismo light y falso que nace de Lutero. No en vano Boff y ahora Kasper lo sitúan como su heredero. La visita a Caserta a la comunidad pentecostal, con  su posterior visita a la fuerza a los mismos católicos que pensaba ignorar, es demostrativo de dónde tiene el corazón el Papa. No es vano las sectas evangélicas siguen con su trabajo y proselitismo rabioso, el cual Francisco nos prohíbe. Un Papa que en sus palabras y gestos decreta la inutilidad de la misión, de la evangelización, tildando en cada ocasión propicia de fundamentalistas a los católicos fieles. En una Iglesia que quiere de puertas abiertas, deja encerrados, sin alimento ni remedios, a todos los católicos que no tienen empacho en reconocerse como tales. A pesar que en su Evangelii Gaudium puntualiza como primer lugar de evangelización los católicos practicantes. 
5- La necesidad de vanagloriarse para aparecer en los medios y ganarse la simpatía del mundo, de los que están en contra de Cristo: Francisco se ha especializado en guardar silencio en temas controvertidos. Como Papa, en los temas candentes de la fe y moral, se ha reconocido como "hijo de la Iglesia" pero luego actuado, con su doble discurso, su búsqueda de novedades, o sus mismos colaboradores, en dirección contraria a lo que el Magisterio de la Iglesia se ha mantenido y madurado a lo largo de su historia. En público, sus silencios ante la matanza de miles de cristianos en Medio Oriente fueron repetidos, acordados, lanzando condenas a destiempo y fuera de lugar. Pero siempre manteniendo silencio en determinados temas para complacer al mundo. Su viaje a Israel, con el abrazo a sus amigos en el Muro de los Lamentos, fue lo más parecido a un viaje de fin de curso, para sacarse el gusto de la foto, mirando a cámara emocionados. Un abrazo con quienes no reconocen a Cristo como Hijo de Dios, y han renegado y combatido de todas las formas posibles la fe católica.